Un virus es una unidad muy pequeña de palabra y de imagen. Tales unidades pueden ser biológicamente activadas como cepas virales transmisibles. Liberar a este virus de la palabra podría ser más peligroso que liberar la energía del átomo, porque todo el odio todo el dolor todo el miedo toda la lujuria están contenidos en la palabra. Quizás tengamos aquí el virus de la mutación biológica que antes nos dió la palabra y que desde entonces se ha escondido detrás de ella. Y quizás unos libros y algunos buenos químicos puedan liberar esta fuerza.